En una pequeña población llamada San Miguel Nepantla, cerca de los majestuosos volcanes: Iztaccíhuatl y Popocatépetl,[1] en el Estado de México, a escasos 70 kilómetros de la Ciudad de México, hace más de 350 años, nació una mujer que marcó el mundo de las letras mexicanas e hispanoamericanas: Juana de Asbaje (o Asuaje) y Ramírez de Santillana, quien ha sido conocida en el mundo como Sor Juana Inés de la Cruz.
La vida de Juana transcurrió de manera poco usual para la época en la que vivió. En México –en aquel entonces llamado Nueva España– el dominio era del rey de España Felipe IV y luego de su sucesor Carlos II “el Hechizado”, cuyo representante, el Virrey, comandaba el país con la ayuda y supervisión de un representante de la iglesia católica, normalmente un obispo o arzobispo.