martes, 29 de noviembre de 2011

Y ahora todos ¡a cocinar!


Me ha llamado la atención la gran cantidad de películas en las que el tema de la gastronomía se encuentra presente, además de los numerosos programas en los que cocinar forma parte indiscutible de la vida diaria televisada. De pronto los cocineros y sus vidas se han presentado como fundamentales –¡ya era hora! – en la cinematografía. Y digo que esto ha ocurrido en fechas recientes pues ni a los franceses ni a los italianos –los menciono por su excelente cocina– se les había ocurrido utilizar el tema y explotarlo o comercializarlo en serie, como lo hacen ahora –desde luego, ¡cómo iban a quedarse atrás!– los norteamericanos.
Hace varios años tuve la oportunidad de encontrarme en el estreno de una película que ha marcado un hito en la historia del cine y además en la historia de la temática culinaria en la filmografía. Se trata de la cinta danesa Babette’s Feast dirigida impecablemente por Gabriel Axel. Vuelo en el tiempo y me sobrecoge la idea: han pasado ya 23 años. Llamada en español El festín de Babette esta película ha rebasado la mayoría de edad así como la cualidad de ser pionera en su especie y en la temática; ya que a partir de entonces se han filmado numerosas producciones con el tema del chef y un poco de cocina por aquí y por allá.

viernes, 23 de septiembre de 2011

HIMNO

Era la primera vez que Sonia escuchaba el Himno Nacional tras haber vivido cinco años fuera de México. Se preguntaba la hora que sería allá, del otro lado del mundo, su mundo, e inmediatamente hizo clic en el marcador que siempre tenía a la vista con la hora de algunas ciudades importantes… para ella. Eran las 12 de la noche o las 12 am como decimos los mexicanos (tiempo del centro, como se suele decir), y en todas las radiodifusoras se toca el Himno a esa hora. Se preguntaba el porqué.
Escuchaba Radio Imagen para seguir los debates políticos. Enrique le había recomendado esa estación e instaló el sitio en el portátil, lo cual resultaba conveniente. Ahora, al oír el tono y las palabras de los mexicanos se reconocía, era una de ellos, quizá ése era un buen pretexto para estar cerca de los suyos, era la mirada en el espejo o mejor dicho, la voz reflejada.
A lo largo de los primeros acordes de ese himno que cantara toda su infancia escolar con la mano colocada a la altura del pecho, el pulgar hacia abajo, firme, el codo bien levantado, la actitud de respeto hacia la escolta y desde luego hacia la bandera mexicana, un frío estremecedor recorrió todo su cuerpo. Y no era por el aire acondicionado que tenía al máximo -o mínimo, mejor dicho- sino por el remolino de recuerdos e imágenes que se conglomeraban en su cabeza. Dejó de escribir por algunos instantes. Pensó por qué escuchaba esa música, por qué ahora, por qué le afectaba. Se sintió perturbada.
La niñez de Sonia y gran parte de la adolescencia transcurrieron como ríos de afluentes imágenes, en ellos las risas y los gritos de los vecinos, la mirada artera de los adultos, historias de brujas y aparecidos por las tardes, lecciones diarias con las monjas salpicadas de oraciones y pellizcos, el bullicio de la ciudad, los olores, los sabores cuajados de color, las graciosas celebraciones, la inocencia diluida en retazos…

Continuó la programación de la radio como si nada y como si nada la siguió escuchando, luego Tears in Heaven, la vieja canción de Eric Clapton que de alguna manera ahora adquiría sentido.
A Sonia le incomodaba escuchar esa música en una radiodifusora mexicana, pues lo que quería era música en español, ya que si deseaba otro idioma simplemente encendería la radio local. Ahora, la locutora: “If you live in Mexico City…”; Sonia se dijo: “¿qué onda?” (al estilo de los jóvenes citadinos). Se sintió mal de oír su ahora propia estación en inglés…? En fin, pensó, esto de la globalización nos está alejando de nuestras raíces; pero ¿cuáles son nuestras raíces…? ¿El náhuatl?, pues entonces tomó un manual para aprender el melodioso idioma, reconoció las primeras lecciones de don Marcelino Hernández Beatriz y sollozó ante las imágenes de los indígenas, sus indígenas, los de ella.
Seguía escuchando la música y entonces lo indecible: “Neon Rainbow” de los Box Tops:
The city lights, the pretty lights,
They can warm the coldest nights.
All the people going places,
Smiling with the electric faces.

miércoles, 24 de agosto de 2011

Violencia, muerte, desastre...

Violencia, muerte, desastre… la tristeza de la actualidad.

Algo está pasando en nuestra sociedad. Antes se hablaba de la decadencia del fin de siglo. No estamos en el fin del siglo. Antes había una suerte de esperanza; ahora no la hay. Nos encontramos en una situación que en retórica se llama lítote, que es una figura retórica, relacionada con la ironía y el eufemismo, mediante la cual se afirma algo, disminuyendo (atenuando) o negando lo que se dice. Por lo tanto estamos inmersos en la negación de lo que se dice: vamos por buen camino, seguimos adelante, las cosas mejoran. Todo eso es tan incierto como inverosímil.
La realidad es que el mundo está sufriendo tanto los repliegues del cambio climático, oleadas de desesperación: tsunamis, terremotos, inundaciones; como las implacables e interminables guerras en el Medio Oriente, los desesperantes gritos de libertad en África, los embates clandestinos en México, Centro y Sudamérica; así como el colapso del “Gigante del norte”, es decir el derrumbe de la hegemonía norteamericana, las interrogantes constantes y zozobra de Europa, así como la imposibilidad de lograr un estado de derecho en los países que se autoproclamaban libres, soberanos y democráticos.
Quisiera ser optimista y blandir la bandera de la paz y el amor, regresar el tiempo a los años 60 y 70 cuando los jóvenes creían (creíamos) que era fácil conquistar el mundo. Curiosamente o mejor dicho tristemente esos jóvenes de los años 60 y 70 son ahora los dirigentes de un mundo caduco y mal mirado (en lítote o ironía al poema de Sor Juana: “un afán caduco y bien mirado”). Sin embargo, continuando con el maravilloso poema de la monja virreinal, podemos concluir: “es cadáver, es polvo, es sombra, es nada”. Pues por si todo lo anteriormente enumerado no fuera poco, tenemos a un hombre perverso, diabólico, ensañado con el mundo, loco, monstruoso e infame que aniquila a casi un centenar de jóvenes en una isla en la remota Noruega. Un asesino, cuyo nombre preferiría no mencionar pero que se hace llamar Anders Behring Breivik, sin más razón que su locura, ha tomado el arma asesina y ha disparado sobre decenas de adolescentes, inocentes; al tiempo de proclamarse contra el islam, el marxismo y el multiculturalismo.
El mundo entero está de luto.
Anders no solamente asesinó a 92 personas, ha aniquilado la esperanza en la humanidad. Esto es el vivo retrato de la infelicidad y la desgracia. La declaración de Breivik sentenció que las muertes fueron "atroces pero necesarias". Y pensábamos que nos habíamos deshecho del nazismo.
¿No fue acaso durante la “administración” Bush que nos deshicimos de Saddam Hussein por sus múltiples crímenes a la humanidad? ¿Acaso no estábamos libres de tanto pecado? Éstas y muchas interrogantes se suman a las de cada lector, cada hombre y mujer cabal, con sentido común, con sentido moral, ¡con amor a la vida!

lunes, 4 de julio de 2011

Nuestra Señora de la Cueva

“She and the Storm God are the major deities of this realm”. Esther Pasztory.
Que llueva, que llueva, la Virgen de la Cueva…
Uno de los procesos arqueológicos más fascinantes de los últimos años es el que ha revelado la existencia en Teotihuacan de múltiples cuevas naturales. Esto llevó a postular la noción de inframundo como parte integrante del paisaje espiritual teotihuacano.
Las fuerzas superiores nos deslumbraron, nos atajaron, nos transmutaron. Nos convertimos entonces en seres sin cuerpo, solamente dibujados. Nuestras cabezas se hicieron penachos, nuestros torsos se emplumaron. La saliva que corría por nuestras bocas y esófagos se tornó en savia. Nos desollaron.

viernes, 24 de junio de 2011

Carta a Leonora Carrington de Sofía G. de Buzali

Carta a Leonora Carrington
sofía g. de buzali
La última vez que te vi, Leonora,  fue un domingo, días antes de tu último cumpleaños. Hoy ya no estás físicamente entre nosotros, pero sé que te encuentras en otros mundos paralelos, mirando el devenir de los tiempos…
 Recorrimos el periférico tras la carroza. 
Acompañamos a Pablo y a Gabriel.
Fue un entierro discreto, digno.
 Miré a tus hijos, que llevaban en silencio una tristeza insondable. Vimos la fosa en la que fuiste colocada y observamos como los sepultureros descargaban sobre el féretro la tierra fresca.   
Yeso
Láminas de cemento
Yeso
Tierra

domingo, 12 de junio de 2011

Democracia Lingüística




En la actualidad hay 420 millones de personas que hablan español como lengua materna y 500 millones que la hablan; es la cuarta lengua por número de hablantes, después del mandarín, el hindi y el inglés; y la segunda más hablada como lengua materna, sólo superada por el mandarín (de acuerdo con el último dato de la ONU).
El español es la lengua romance de mayor difusión en el mundo, se habla en EE. UU., en España, en México, en América Central y en casi toda América del Sur.
Curiosamente, aun cuando el español de un hablante de Madrid y uno de la Ciudad de México o Bogotá o Montevideo (ciudades capitales) es bastante homogéneo, el español de un hablante de una población pequeña, aislada o con influencia de otras lenguas, manifiesta sendas diferencias.

miércoles, 18 de mayo de 2011

GITANO

Hace dos años conocí a Don Julián, un hombre afable a quien le gusta conversar. La otra tarde lo miré ahí, sentado, en el banco que está luego de la Plaza Artòs y las tiendas de la calle que sube a Sarrià. Como tenía tiempo, me senté a saludarlo. Don Julián siempre tiene historias.
–¿Te he contado lo que le pasó al “Gitano”? –me dijo.
–No –le contesté.
–¿Quieres escucharlo? Pues yo soy hijo de molineros, de Castilla-La Mancha, ¿lo recuerdas?
Apenas me permitía balbucear. Él quería hablar.
–Cuando yo era muy pequeño, apenas estaba así –me lo mostraba levantando la mano y midiendo unos 70 centímetros del suelo– creo que tendría como seis o siete años, mi padre contrató a un hombre, le llamaba “Gitano”. Este hombre venía con su esposa y unos siete hijos, había uno de mi edad, Antonio, y nos hicimos amigos.
Don Julián hablaba con las manos, las movía emocionado, parecía ver lo que contaba.
–Nosotros éramos muy ricos, no nos faltaba nada. Había vacas, cabras, ovejas, ganado variado, además animales de la granja: gallinas que daban huevos frescos todos los días. Se cultivaban verduras; teníamos árboles de frutas variadas, ciruelas, manzanas, melones, había de todo y desde luego: harina. Mi madre era una mujer rica y generosa, daba a todos de todo. A la mujer de “Gitano” le decía –eso lo recuerdo con claridad–: “toma harina, toma fruta, toma verdura, toma aceite, toma jabón, toma leche”. Le daba de todo.

lunes, 2 de mayo de 2011

Acuérdate de Acapulco, María Bonita...

Hace algunos años, en 2002, murió María Félix, “la Doña”, considerada una de las mujeres más bellas de México y del mundo fílmico. Con su muerte se cerraba una etapa de las divas mexicanas, de las cuales “la Doña” las encabezaba. Sus participaciones en “Doña Bárbara” y “Doña Diabla” le dieron el sobrenombre de “la Doña”. Junto con un puñado de bellas y talentosas mujeres: Andrea Palma, Dolores del Río, María Elena Marqués, Columba Domínguez, Emilia Guiú, Marga López, Katy Jurado, Rebeca Iturbide, Rita Macedo, Gloria Marín y Blanca Estela Pavón, se cierra el ciclo de las “divas mexicanas”.
Quizá en la actualidad el título de “diva” pueda darse a la única actriz que ha representado a México con su belleza y talento: Salma Hayek.
María Félix fue dirigida por Juan Antonio Bardem, Jean Renoir, Luis Buñuel, entre otros grandes directores, y principalmente por quien la dirigiera en varias ocasiones: Emilio “Indio” Fernández.

jueves, 7 de abril de 2011

De las bibliotecas personales y los libros más deseados

Desde pequeña desarrollé el placer de la lectura, una de las más grandes inquietudes de mi vida. Solía proteger mis escasos libros como joyas preciadas.
Empecé a formar mi biblioteca con un libro que aún conservo: El galano arte de leer. Los autores son Jesús Domínguez Rosas y Manuel Michaus. Quizá estos nombres no le dicen nada a muchas personas, pero puedo decir con orgullo que fueron mis maestros. Ellos, en la escuela secundaria, me enseñaron realmente a leer: a disfrutar de la lectura. Ahí se encuentra tanto un extracto de Platero y yo de Juan Ramón Jiménez, como El ruiseñor y la rosa impregnado de la visión esteticista de Óscar Wilde; y muchas lecturas más. 
Al paso del tiempo, en mi vida adulta, he continuado disfrutando el encanto de los libros; leer y adquirir, compartir, recomendar, buscar y muchas veces haber encontrado algún ejemplar altamente anhelado, han sido actividades cotidianas a lo largo de mi vida.

viernes, 11 de marzo de 2011

¿Por quién no doblan las campanas?

Nadie es una isla, completo en sí mismo; cada hombre es un pedazo de continente, una parte de la tierra; si el mar se lleva una porción de tierra, toda Europa queda disminuida, como si fuera un promontorio, o la casa de uno de tus amigos, o la tuya propia. La muerte de cualquier hombre me disminuye porque estoy ligado a la humanidad; por consiguiente nunca hagas preguntar por quién doblan las campanas: doblan por ti. 
John Donne, Devotions Upon Emergent Occasions

Ernest Hemingway tenía muchas habilidades, desde chico fue precoz, audaz y de inclinaciones artísticas; no obstante, Luis Villoro en el Prólogo a ¿Por quién doblan las campanas? (For Whom the Bell Tolls), lo retrata como “un experto en caza mayor, un consumidor récord de whisky y un aficionado a los deportes sanguinarios, que sólo escribía cuando una tarde de lluvia le impedía ir a los toros”. Paradójicamente, reconocemos en su novela sobre la Guerra Civil y cuyo título fuese inspirado por John Donne, autor de la cita que abre este artículo y que fuese un poeta inglés metafísico del siglo XVI, una sinceridad a veces conmovedora, como lo define el propio Villoro, para luego agregar: “Hemingway pretende hacer de la escritura una actividad física que transmita un “golpe” y deje a la vez una sensación de cansancio y vacío”.   

martes, 1 de marzo de 2011

Black Swan o ya no hay amor en el cine

El título de la novela del italiano Rafael Bastier escrita en 1932 y llevada a la pantalla por Henry King, en 1942, con las impresionantes actuaciones de Tyron Power, Maureen O’Hara y Antony Quinn, The Black Swan,  ha servido de inspiración a Darren Aronofsky para realizar una cinta de audaces dimensiones.
Aronofsky, como buen director, ha tenido el gran tino de contar con excelentes protagonistas –conveniente caza de un lince– y hacerse además de provechosas  novelas. Así lo demostró con Ellen Burstyn y Jeniffer Connelly, en Requiem for a Dream, 2000, basada en la novela de 1978 de Hubert Selby, Jr., filmada tras la incipiente P (Pi), con Sean Gullette, en 1998. Mucho tiempo después Hugh Jackman y Rachel Weisz -actual pareja de Aronofsky–, participaron en la poco afortunada The Fountain, en 2006. Más tarde, un formidable Micky Rourke, perfecto para el papel del que será, de hecho, un clásico filme: The Wrestler, en 2008. 

viernes, 4 de febrero de 2011

La Reina Roja y Sor Juana Inés de la Cruz

“Y sigue la mata dando”, como dicen en mi pueblo. Ahora no se trata de Cristóbal Colón ni de la Reina Roja, sino de una de las más grandes plumas del barroco mexicano: la monja jerónima autora del majestuoso poema Primero Sueño y de otras importantes obras literarias, Sor Juana Inés de la Cruz, en cuyos restos se practicarán pruebas de ADN.


viernes, 21 de enero de 2011