Me ha llamado
la atención la gran cantidad de películas en las que el tema de la gastronomía se
encuentra presente, además de los numerosos programas en los que cocinar forma
parte indiscutible de la vida diaria televisada. De pronto los
cocineros y sus vidas se han presentado como fundamentales –¡ya era hora! – en
la cinematografía. Y digo que esto ha ocurrido en fechas recientes pues ni a
los franceses ni a los italianos –los menciono por su excelente cocina– se les
había ocurrido utilizar el tema y explotarlo o comercializarlo en serie, como
lo hacen ahora –desde luego, ¡cómo iban a quedarse atrás!– los norteamericanos.
Hace varios años tuve la oportunidad de encontrarme en el estreno de una
película que ha marcado un hito en la historia del cine y además en la historia
de la temática culinaria en la filmografía. Se trata de la cinta danesa Babette’s Feast dirigida impecablemente
por Gabriel Axel. Vuelo en el tiempo y me sobrecoge la idea: han pasado ya 23
años. Llamada en español El festín de
Babette esta película ha rebasado la mayoría de edad así como la cualidad
de ser pionera en su especie y en la temática; ya que a partir de entonces se
han filmado numerosas producciones con el tema del chef y un poco de cocina por aquí y por allá.