La canción The Kids are Alright escrita por Pete Townshend de la banda británica The Who y que apareciera en el álbum My Generation en 1965, proporciona el título de la cinta cuasi homónima The Kids are All Right (2010) dirigida por Lisa Cholodenko, quien nos descubriera previas realizaciones, entre ellas: Laurel Canyon, buena muestra del talento de Frances McDormand y High Art en la que expone la intimidad de una fotógrafa, protagonizada por Radha Mitchell.
Una de las mejores y mayores cualidades de la cinta The Kids are All right es la presencia de Annette Bening/Nic, y Julianne Moore/Jules. El tema o la perspectiva de esta cinta podría situarse desde los niños: Mia Wasikowska/Joni, hija de Annette/Nic; y su cuasi hermano Josh Hutcherson/Laser, hijo de Julian/Jules; con lo cual queda demostrada la relación virtual del contenido de la cinta con su nombre. Es de llamar la atención la elección de los nombres de los actores principales, quienes sostienen la trama bajo sus hombros; los nombres, de hecho, son ambivalentes en cuanto a su objeto referencial: femenino/masculino.
La vida normal de una familia cuasi distinta a lo convencional: dos mamás y dos hijos, transcurre de forma tranquila y apacible. Annette Benning y Julianne Moore ofrecen al espectador verdaderas muestras de talento histriónico en sorpresiva cotidianidad; esto es en realidad en lo que se basa la cinta, cuyo bajo presupuesto salta a la vista, sin ser esto en detrimento de la magnífica puesta en escena, la dirección y la ambientación. La cinta posee además un ritmo extraordinario. Nos acerca o mejor dicho nos impone una narración in media res, es decir, que la vida de esa familia no tiene un antes para nosotros, solamente tiene un hic et nunc (aquí y ahora) y un desconcertante después. Se narra un precipitado encuentro y un argumento al que nos debemos acostumbrar ipso facto.
La aparente conformidad de los cuatro presuntos implicados se ve amenazada en cuanto aparece en escena Mark Ruffalo/Paul, el olvidado y cuasi desconocido donador de esperma, que hiciera realidad un quizá viejo sueño de las dos madres quienes –y eso nunca lo sabremos– tuvieron a bien anhelar un hijo cada una siendo éste(a) del mismo padre. Así los lazos consanguíneos, amén de los afectivos, estarían siempre presentes en el seno de la bien lograda armonía familiar. Una armonía que se verá obstaculizada por la llegada de ese ser extraño, siniestro, cruel, quien arrebata la cuasi olvidada necesidad de Jules de tener una pareja masculina con quien celebrar la unión sexual.
Hay dos aspectos clave en esta película, los cuales la colocan en un parteaguas de la cinematografía y de la vida actual. Uno de ellos es la magistral actuación de Annette Bening/Nic, en uno de sus mejores papeles interpretativos. Esta actriz nacida en la ciudad de Topeka, Kansas, en 1958, casada y madre de cuatro hijos, ha desempeñado extraodinarias caracterizaciones como Myra Langtry en The Grifters (de Stephen Frears, 1990); Virginia Hill, al lado de su esposo Warren Beatty en The Bugsy (de Barry Levinson, 1991); como la Reina Elizabeth, esposa de Ricardo IV en Richard III (de Richard Loncraine, 1995); más recientemente como Carolyn Burnham al lado de Kevin Spacy en la aclamada American Beauty (de Sam Mendes, 1999) y en la controversial Running with Scissors (de Ryan Murphy, 2006) como la delirante Deirdre Burroughs. Ahora, pues, tras larga trayectoria y muchos triunfos se despliega de manera inequívocamente espectacular en The Kids are All Right. Es un placer verla, su presencia llena la pantalla.
Por otra parte, la vida de la película incide en una realidad de no fácil aceptación, que es la de familias constituidas por padres del mismo sexo. En este caso, son dos mujeres quienes han cohabitado a lo largo de más de 18 años, que han concebido un hijo cada una, que han elegido al mismo donante de esperma para la concepción de sus hijos y que de manera altamente audaz y provocativa han renunciado a lo que llamaríamos “una familia normal”.
Sin embargo, todo lo expresado anteriormente no es el problema planteado ni el clímax de la película, sino la aparición del supuesto “padre” y la manera como (no)encaja en la vida de estas cuatro personas. Mark Ruffalo/Paul, es el único personaje en esta bien-avenida familia que parece desconcertarse, aunque con desgano, de una situación en la cual él ha co-participado de manera casi inconsciente.
Hay en el ambiente una permanente aceptación por parte de las escuelas de los niños, los amigos, las familias circundantes, la pareja (hombre/mujer) con la que salen habitualmente a cenar y, en fin, un mundo social, laboral, político y legislativo que las apoya.
El filme debió terminarse hacia el 2006 pero la directora, quien se ha declarado gay desde los 11 años, Lisa Cholodenko, ahora de 40, pospuso el proyecto por haber quedado embarazada por un donante anónimo de esperma.
¿Será que debemos repensar la realidad familiar? ¿Será que la sociedad busca otros derroteros en aras del amor? The Kids are All Right es una cinta que nos hará pensar.
1 comentario:
me encantó la peli y me encantó tu reflexión acerca de la peli :D ambas muy honestas :D
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