lunes, 7 de mayo de 2012

El Día Internacional del Libro y la monarquía


Monasterio de Rila

En 1996 tuve la oportunidad de participar en un congreso en la ciudad de Sofía, Bulgaria. En esa ocasión se celebraba el recientemente decretado Día del Libro, además de recibir por primera vez, tras 50 años de exilio, a quien fuera el rey Simeón II, Simeon Borisov Sakskoburggotski, que estaba hospedado en mi hotel. O, mejor dicho, yo me encontraba hospedada en el mismo hotel en el que estaba el Rey; eso lo advertí pues un día que llegué de visitar el imponente Monasterio de Rila, enclavado en los agrestes Balcanes, había fotógrafos y reporteros por todas partes, y me pidieron una identificación para poder entrar al hotel. Yo les dije que mi pasaporte y la llave de la habitación estaban en la recepción del hotel pues tenía indicaciones de salir con lo necesario solamente ya que… así era mejor.
Finalmente, conocí al Rey. Bueno, lo vi de lejos. Todos los ahí presentes lo aclamaban. Dado mi nulo conocimiento del idioma búlgaro, me acerqué a un fotógrafo a quien pregunté en inglés si la gente lo quería y me contestó que lo amaban.
Asistí al congreso In Honorem a Roman Jakobson –no hay un lingüista en el mundo que no haya leído su obra; existen cientos de volúmenes en su honor– y presenté en ese entonces un paper titulado Meaning and Sens in the poem Primero Sueño by Sor Juana Inés de la Cruz (Significación y sentido en el poema Primero Sueño de Sor Juana Inés de la Cruz); dada mi inclinación al estudio del poema de la monja jerónima.

Recorrí algunos de los lugares de la otrora majestuosa ciudad de Sofía y los alrededores: Plovdiv, que fue una de las antiguas capitales, así como el monasterio de Batchkovo. Pude admirar el Valle de las Rosas y pasear por los Balcanes con dos amigas búlgaras, una de ellas hablaba un perfecto español.
El Día Internacional del Libro y del Derecho de Autor se aprobó en París, en 1995, en una Conferencia General de la UNESCO. Se ha fijado el 23 de abril por corresponder al fallecimiento de Miguel de Cervantes, William Shakespeare y el Inca Garcilaso de la Vega. Sin embargo, la fecha no coincide con exactitud con dichos acontecimientos, esencialmente por tratarse de los distintos calendarios (juliano y gregoriano).
Ese mismo día, el 23 de abril, se une en Barcelona con la celebración de las fiestas de San Jordi (San Jorge), patrón de Cataluña, además de ser patrón de Inglaterra, Georgia, Etiopía, Bulgaria, Timbuctú y Portugal. En las Ramblas, en Barcelona, se venden libros y rosas desde muy temprana hora. La tradición señala que el hombre regala una rosa a la mujer y las mujeres obsequian con un libro a los hombres. Ese día además se bailan sardanas y se lee El Quijote.
En algunos países europeos siguen existiendo las monarquías, como en Bélgica, Holanda, Dinamarca, Noruega, Inglaterra o España. Pero ahora se ha ensombrecido la monarquía española como sucediera en otros países. En el Ayuntamiento de Berga, en Cataluña, se ha declarado al Rey persona non grata, debido principalmente a la cacería de Botswana, algo que ha despertado disputas en todo el mundo.
Desde los Borbones de Francia a los Romanov rusos son muchas las familias monárquicas que pretenden su regreso triunfal a las glorias de antaño. Hay monarquías exiliadas como ha sucedido en Italia, Alemania, Grecia, Francia o Bulgaria.
Refugiado en Suiza, Víctor Manuel Saboya, de Italia, aguarda a que su político preferido, Silvio Berlusconi, procure su vuelta al codiciado reinado. En Inglaterra, tanto Constantino de Grecia como Alejandro de Yugoslavia, esperan con paciencia y apetito voraz. Así mismo continúa perseverando el ex rey Leka de Albania. También Maria Romanov sueña con los títulos de Gran Duquesa de Rusia, Emperatriz y Autócrata de Todas las Rusias, de los modernos estados de Rusia, Bielorrusia, Ucrania, Kasajistán, Finlandia, Estonia, Latvia, Lituania y Polonia.
Yo recuerdo las palabras de mi amiga búlgara en admiración a su rey por su gran carisma, su distintiva personalidad, así como la elocuencia en la lucha por los ideales del pueblo búlgaro. Mi amiga admiraba además lo bien pronunciado del idioma, con giros antiguos y léxico abundante.
El 6 de abril del 2001 Simeón Saxe-Coburg-Gotha regresó a Bulgaria como líder de la nación con la investidura de Primer Ministro de la República de Bulgaria, cargo que desempeñó hasta el 2005. Ahora, en el 2012, Simeón es uno de los últimos sobrevivientes de la Segunda Guerra Mundial que es cabeza de estado; la única persona viva que ha nacido en Bulgaria con el título de Zar y uno de los pocos monarcas en la historia que se ha convertido en jefe de gobierno por medio de elecciones democráticas. 

Publicado en Hontanar www.cervantespublishing.com
Susana Arroyo-Furphy

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